Estamos en época de exámenes y a más de un estudiante se le notan las lagunas en su formación. A los evidentes y gravísimos huecos de memoria se suman casos agudos de ansiedad, estrés e inapetencia.
Alimentos que puedan potenciar el rendimiento académico, si bien no salvan al mal estudiante, ayudan a una mejor comprensión y retención de conceptos. Dentro de estos alimentos favorables al estudio encontramos los frutos secos, a quienes la ciencia ha reivindicado después de años de mala fama.
Los frutos secos en general son semillas oleaginosas que proceden de determinadas plantas. Todas tienen en común que contienen menos del 50% de agua en su composición; bajo contenido de carbohidratos y gran riqueza de grasas insaturadas, lo que resulta beneficioso para la salud arterial.
Entre las semillas de consumo común tenemos, almendras, nueces, avellanas, maníes y pistachos, además de semillas de girasol, calabaza y ajonjol
Entre las semillas de consumo común tenemos, almendras, nueces, avellanas, maníes y pistachos, además de semillas de girasol, calabaza y ajonjol
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