El toletero dominicano de los Angelinos de Anaheim disparó un cuadrangular de 503 pies
SAN FRANCISCO (AP).- Con la ausencia de Barry Bonds, el Derby de Jonrones del Juego de Estrellas estuvo escaso de cuadrangulares y el dominicano Vladimir Guerrero se convirtió en rey de los bambinazos por un día.
Ninguno de los ocho bateadores participantes envió la pelota hasta la icónica Caleta McCovey, atrás de la barda del jardín derecho. Decenas de aficionados con trajes de buzo y redes en medio de una numerosa flotilla de kayaks y lanchas terminaron por disputarse el puñado de pelotas que se fueron de foul y salieron del estadio en las seis horas que duró la práctica de bateo y la agotadora prueba de cuadrangulares.
Sin embargo, los cuatro semifinalistas colocaron pelotas por encima de la barda en casi todos los otros ángulos del campo en el estadio AT&T que suele ser una pesadilla para cualquier otro pelotero que no se llame Barry Bonds.
El boricua Alexis Ríos de los Azulejos de Toronto, quien se inscribió a la prueba el domingo, tuvo una ronda notable de 12 cuadrangulares consecutivos en la segunda etapa, pero perdió el ritmo y en la final sólo conectó dos más para terminar con 19.
Guerrero, quien logró pegar apenas dos jonrones en su anterior participación en el 2000, conectó el cuadrangular más prolongado: un garrotazo de 153 metros (503 pies) por el jardín izquierdo que cayó muy cerca de un enorme guante colocado detrás de la gradería del jardín, un blanco que incluso no ha sido alcanzado en los ocho años de historia del parque.
Guerrero, de los Angelinos de Los Angeles, bateó de cuadrangular el primer lanzamiento que vio en la final, puso fin a su participación cuando aún le quedaban tres oportunidades y ni siquiera volteó a ver cómo su garrotazo caía en las gradas del jardín izquierdo.
Bonds, quien está a sólo cuatro jornones de alcanzar la marca de todos los tiempos de Hank Aaron de 755, decidió no competir en la prueba de cuadrangulares, aunque sí participó en la práctica de bateo y se quedó a ver la competencia.
Bonds dijo que el desgaste de la competencia hubiera sido demasiado extenuante antes del Juego de Estrellas del martes, cuando será el titular del jardín izquierdo y bateará de segundo para el equipo de la Liga Nacional.
Sin embargo, pegó un puñado de jonrones durante su práctica de bateo para los miles de aficionados que asistieron dos horas antes del comienzo de la competencia.
SAN FRANCISCO (AP).- Con la ausencia de Barry Bonds, el Derby de Jonrones del Juego de Estrellas estuvo escaso de cuadrangulares y el dominicano Vladimir Guerrero se convirtió en rey de los bambinazos por un día.
Ninguno de los ocho bateadores participantes envió la pelota hasta la icónica Caleta McCovey, atrás de la barda del jardín derecho. Decenas de aficionados con trajes de buzo y redes en medio de una numerosa flotilla de kayaks y lanchas terminaron por disputarse el puñado de pelotas que se fueron de foul y salieron del estadio en las seis horas que duró la práctica de bateo y la agotadora prueba de cuadrangulares.
Sin embargo, los cuatro semifinalistas colocaron pelotas por encima de la barda en casi todos los otros ángulos del campo en el estadio AT&T que suele ser una pesadilla para cualquier otro pelotero que no se llame Barry Bonds.
El boricua Alexis Ríos de los Azulejos de Toronto, quien se inscribió a la prueba el domingo, tuvo una ronda notable de 12 cuadrangulares consecutivos en la segunda etapa, pero perdió el ritmo y en la final sólo conectó dos más para terminar con 19.
Guerrero, quien logró pegar apenas dos jonrones en su anterior participación en el 2000, conectó el cuadrangular más prolongado: un garrotazo de 153 metros (503 pies) por el jardín izquierdo que cayó muy cerca de un enorme guante colocado detrás de la gradería del jardín, un blanco que incluso no ha sido alcanzado en los ocho años de historia del parque.
Guerrero, de los Angelinos de Los Angeles, bateó de cuadrangular el primer lanzamiento que vio en la final, puso fin a su participación cuando aún le quedaban tres oportunidades y ni siquiera volteó a ver cómo su garrotazo caía en las gradas del jardín izquierdo.
Bonds, quien está a sólo cuatro jornones de alcanzar la marca de todos los tiempos de Hank Aaron de 755, decidió no competir en la prueba de cuadrangulares, aunque sí participó en la práctica de bateo y se quedó a ver la competencia.
Bonds dijo que el desgaste de la competencia hubiera sido demasiado extenuante antes del Juego de Estrellas del martes, cuando será el titular del jardín izquierdo y bateará de segundo para el equipo de la Liga Nacional.
Sin embargo, pegó un puñado de jonrones durante su práctica de bateo para los miles de aficionados que asistieron dos horas antes del comienzo de la competencia.
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