lunes, 18 de febrero de 2008

OJO CON ESTO UNO BEBE COSAS SIN SABER - Cuidado con una mezcla errónea de medicamentos


POR:

Carolina Veras - 2/18/2008

SANTO DOMINGO.- Según entendidos, los medicamentos son sustancias cuyo propósito es prevenir, curar o aliviar una enfermedad y reparar sus secuelas. No obstante, en ocasiones estas sustancias pueden, más que ayudar, agravar el problema y ser un peligro para quien las consume.

Tal es el caso de las mezclas irreflexivas de medicinas, sin tomar en cuenta que algunas pueden ser mortales. De acuerdo con José Osvaldo Alba, estudioso de la materia, una combinación errónea de medicamentos es capaz de agredir un órgano o producir otro tipo de reacciones físicas. “La interacción de ‘medicina con medicina’ puede causar un efecto secundario inesperado que usted no desea”, expone.

Por ejemplo, la mezcla de un medicamento para el insomnio con otro para controlar una alergia “puede entorpecer sus reacciones, hasta el punto de que conducir su automóvil o usar otro tipo de maquinaria se conviertan en tareas peligrosas”, asegura Alba.

Los fármacos mal combinados pueden afectar a cualquiera, pero en especial a pacientes alérgicos, hipertensos y con trastornos de coagulación, puntualiza. Sin embargo, no todas las mezcolanzas son un riesgo; existen fármacos combinables e incluso aquellos que, unidos, mejoran su efecto. Una muestra son el sulfametoxazol y la trimetoprima, ambos de acción bacteriostática. “La asociación de estos medicamentos potencia su acción”, expone el entrevistado.

Pero, ¿cómo saber qué medicinas pueden mezclarse y cuáles no? Según las recomendaciones de Alba, previo a su consumo, es prudente consultar a un médico o farmacólogo y revisar la información que contiene el producto, que generalmente explica acerca de esto.

RIESGO

Combinaciones
De acuerdo con José Osvaldo Alba, entre las mezclas más comunes de medicamentos se mencionan medicinas para la acidez: algunas tienen riesgos si se mezclan con ciertos medicamentos para el asma, para convulsiones o anticoagulantes. Los antihistamínicos, que deben suministrarse con precaución si se mezclan con sedantes, tranquilizantes, antidepresivos o antihipertensivos. Los antigripales, que no deben recetarse a quienes toman drogas para la tensión o tranquilizantes.

ALCOHOL Y MEDICAMENTOS, UNA PELIGROSA UNIÓN

Una combinación desaconsejada en todos los casos es la de bebidas alcohólicas con tratamientos farmacológicos. “Puede hacer sentir al paciente cansado o retardar sus reacciones”, expresa Alba.

Señala como ejemplos los antihipertensivos o los depresores del sistema nervioso central, que mezclados con alcohol producen mareo, hipotensión y dificultad para la concentración. Por otro lado, destaca los antiparasitarios y antiamibianos, que representan un riesgo si se ingieren con alcohol.

No hay comentarios:

Datos personales

JUEGOS COOL