
Las migraciones de esclavos africanos crearon un disfraz único que todavía es venerado
SÁNCHEZ RAMÍREZ. La fiesta que converge en Cotuí surge de la fusión de dos culturas: la española (de la colonia) y la africana (con raíces en el Congo, de donde provenían los primeros esclavos que pisaron América a trabajar en la mina de oro).
Los historiadores coinciden en que los esclavos se apropiaron del carnaval de sus amos y lo convirtieron en una expresión cultural que les permitió mantener los ritos y canalizar sus deseos libertarios ante la esclavitud.
Así, el carnaval de Cotuí es uno de los más antiguos y mantiene en sus comparsas a personajes legendarios como los platanuses, nombre que proviene del disfraz elaborado con hojas secas de plátano. Los rostros lo cubrían con máscaras de higüero.
Uno de los carnavaleros más premiados de República Dominicana es oriundo de Cotuí. Juan Francisco Acosta, alias "Juanpa", explica que con "el tiempo, los platanuses se transformaron en papeluses y fundaluses, que hacen sus trajes de papel y fundas".
En este carnaval, Acosta, incesante gestor cultural, desfilará pero no concursará. "He ganado muchos premios, a nivel nacional entre 12 y 13, y en Cotuí más de 20. Desfilo porque lo llevo en la sangre, mi familia tiene tradición carnavalera. Este carnaval es mi raza, es la fiesta negra que representa lo que somos: herederos de la cultura africana".
La Unión de Carnavaleros de Cotuí (UCAC) organiza a todos los "macaraos" y en este año logró que los participantes retomen el disfraz de papeluses, por ser el personaje autóctono.
La brújula
Escenario urbano. La UCAC extendió la ruta del carnaval de Cotuí. Empieza, como siempre, en el Parque Central y terminará en el parquecito del Indio, lo que incluirá la ruta de Pueblo Nuevo. El último desfile es el domingo 24 de febrero.
¿Cómo llegar? Tome rumbo de la autopista Duarte y desvíese en la entrada del municipio Piedra Blanca, antes de Bonao, en la ruta hacia Samaná. El trayecto toma menos de dos horas.
Comida y hospedaje. Juan Francisco Acosta recomienda el comedor de Doña Carmen, justo detrás de la iglesia, en plena ruta del carnaval.
Lluvia de personajes
El carnaval de la provincia Sánchez Ramírez es el que tiene más personajes creados en sus comparsas, asegura Juan Francisco Acosta (Juanpa). Estos personajes han surgido en los distintos contextos de la historia nacional. "Nuestro carnaval es la fiesta de la identidad. Además, de los papeluses, revive cada año el General Cocotico, que nació para protestar y burlar al tirano Rafael Leonidas Trujillo (dictador que gobernó de 1930 a 1961). Es un personaje muy querido que viste entre dos yaguas y desfila por la ciudad", explica Acosta.
"Juanpa" recuerda que desde niño asistía a las cuevas de los platanuses a gritarles pregonas como "macarito, macarao, come arró con bacalao", para que estos salieran a corretearlos.
"Salía huyendo para que no me dieran con la vejiga. En mi época eran los platanuses; hoy los niños van al lugar de salida de las comparsas a gritarle otras pregonas pero con la misma intención: mandarse corriendo al oír el vejigazo".
Cada año el carnaval crece y los trajes se adaptan a los recursos que pueden reciclarse y están disponibles. La intención es siempre que el atuendo parezca que fue elaborado de las hojas de plátanos secas, tal como lo hicieron los esclavos.
Los historiadores coinciden en que los esclavos se apropiaron del carnaval de sus amos y lo convirtieron en una expresión cultural que les permitió mantener los ritos y canalizar sus deseos libertarios ante la esclavitud.
Así, el carnaval de Cotuí es uno de los más antiguos y mantiene en sus comparsas a personajes legendarios como los platanuses, nombre que proviene del disfraz elaborado con hojas secas de plátano. Los rostros lo cubrían con máscaras de higüero.
Uno de los carnavaleros más premiados de República Dominicana es oriundo de Cotuí. Juan Francisco Acosta, alias "Juanpa", explica que con "el tiempo, los platanuses se transformaron en papeluses y fundaluses, que hacen sus trajes de papel y fundas".
En este carnaval, Acosta, incesante gestor cultural, desfilará pero no concursará. "He ganado muchos premios, a nivel nacional entre 12 y 13, y en Cotuí más de 20. Desfilo porque lo llevo en la sangre, mi familia tiene tradición carnavalera. Este carnaval es mi raza, es la fiesta negra que representa lo que somos: herederos de la cultura africana".
La Unión de Carnavaleros de Cotuí (UCAC) organiza a todos los "macaraos" y en este año logró que los participantes retomen el disfraz de papeluses, por ser el personaje autóctono.
La brújula
Escenario urbano. La UCAC extendió la ruta del carnaval de Cotuí. Empieza, como siempre, en el Parque Central y terminará en el parquecito del Indio, lo que incluirá la ruta de Pueblo Nuevo. El último desfile es el domingo 24 de febrero.
¿Cómo llegar? Tome rumbo de la autopista Duarte y desvíese en la entrada del municipio Piedra Blanca, antes de Bonao, en la ruta hacia Samaná. El trayecto toma menos de dos horas.
Comida y hospedaje. Juan Francisco Acosta recomienda el comedor de Doña Carmen, justo detrás de la iglesia, en plena ruta del carnaval.
Lluvia de personajes
El carnaval de la provincia Sánchez Ramírez es el que tiene más personajes creados en sus comparsas, asegura Juan Francisco Acosta (Juanpa). Estos personajes han surgido en los distintos contextos de la historia nacional. "Nuestro carnaval es la fiesta de la identidad. Además, de los papeluses, revive cada año el General Cocotico, que nació para protestar y burlar al tirano Rafael Leonidas Trujillo (dictador que gobernó de 1930 a 1961). Es un personaje muy querido que viste entre dos yaguas y desfila por la ciudad", explica Acosta.
"Juanpa" recuerda que desde niño asistía a las cuevas de los platanuses a gritarles pregonas como "macarito, macarao, come arró con bacalao", para que estos salieran a corretearlos.
"Salía huyendo para que no me dieran con la vejiga. En mi época eran los platanuses; hoy los niños van al lugar de salida de las comparsas a gritarle otras pregonas pero con la misma intención: mandarse corriendo al oír el vejigazo".
Cada año el carnaval crece y los trajes se adaptan a los recursos que pueden reciclarse y están disponibles. La intención es siempre que el atuendo parezca que fue elaborado de las hojas de plátanos secas, tal como lo hicieron los esclavos.
De Andrea Bavestrello
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