SANTO DOMINGO.- Si ha sentido que su corazón late tan aprisa que casi se le quiere salir del pecho o si, en cambio, ha sentido que sus pulsaciones son demasiado débiles, al punto de hacerle desfallecer, tenga cuidado, puede estar padeciendo de algún tipo de arritmia cardíaca.
Esta dolencia, según el cardiólogo Frank Valdéz, presidente de la Sociedad Dominicana de Cardiología, tiene lugar cuando el corazón se encuentra latiendo fuera de su ritmo normal. Añade que las arritmias son variables y van a tener su origen en dos situaciones: “problemas dentro del corazón, o completamente ajenos a este”, revela.
Entre las condiciones cardíacas que se relacionan con la arritmia están enfermedades cardiovasculares clásicas como la presión alta, las secuelas de un infarto, las enfermedades valvulares y las enfermedades inflamatorias de las paredes del corazón.
También pueden estar relacionadas con las arritmias enfermedades como la anemia, fiebre, el hipertiroidismo, algunos problemas hormonales y por supuesto la ansiedad y el estrés. Esto indica que tener aceleración o disminución del ritmo cardíaco no implica necesariamente que se padece de alguna enfermedad cardiaca.
Los tipos
En el consultorio de un cardiólogo el paciente con arritmias definirá la aceleración anormal de los latidos como “palpitaciones”. En realidad se trata de la conocida taquicardia, “que se produce cuando el corazón late más rápido de lo normal”.
Un corazón normal late de 60 a 100 veces por minuto. Ahora bien, el corazón puede superar ese máximo de 100 pulsaciones por minuto en ciertas situaciones sin que se deba inferir que hay algún problema.
El cardiólogo apunta que puede ocurrir cuando se hace ejercicio o alguna actividad física demandante, se tiene estrés, y en casos ya más serios y de cuidado como padecer anemia y otras dolencias. En estos casos el corazón late más rápido “para compensar el esfuerzo realizado por el cuerpo”.
Cuando la taquicardia se relaciona con enfermedad cardiovascular es mucho más preocupante, más compleja de tratar. Se manifiestan distintos tipos, como la taquicardia supraventricular (ocurre en la parte alta del corazón), o la taquicardia ventricular.
ALGUNOS TIPOS
Un corazón normal late de 60 a 100 veces por minuto. Ahora bien, el corazón puede superar ese máximo de 100 pulsaciones por minuto en ciertas situaciones sin que se deba inferir que hay algún problema.
El cardiólogo apunta que puede ocurrir cuando se hace ejercicio o alguna actividad física demandante, se tiene estrés, y en casos ya más serios y de cuidado como padecer anemia y otras dolencias. En estos casos el corazón late más rápido “para compensar el esfuerzo realizado por el cuerpo”.
Cuando la taquicardia se relaciona con enfermedad cardiovascular es mucho más preocupante, más compleja de tratar. Se manifiestan distintos tipos, como la taquicardia supraventricular (ocurre en la parte alta del corazón), o la taquicardia ventricular.
ALGUNOS TIPOS
Otro tipo de arritmia es la bradicardia, conocida popularmente como “corazón lento”. Se presenta cuando el músculo cardíaco late a menos de 60 veces por minuto.Tanto la bradicardia como la taquicardia pueden causar que el paciente se sienta con mareos, fatiga, pérdida del conocimiento e incluso muerte súbita.Valdéz destaca que como la taquicardia, la bradicardia también puede responder a procesos físicos normales: “Los atletas tienen latidos lentos porque están condicionados para lograr un mayor rendimiento físico con menor esfuerzo”. También puede ser producida por algunos medicamentos.
Identificar de qué tipo es la arritmia permite tratarla Aunque en República Dominicana no existe un estudio especializado en el que se toque el tema de las arritmias cardíacas y su incidencia, el cardiólogo Frank Valdéz, presidente de la Sociedad Dominicana de Cardiología, asegura que la patología es muy frecuente en los consultorios de cardiología del país.
“Puede decirse que de un cinco a un diez por ciento de los niños tienen alguna forma de arritmia, y lo mismo ocurre con adultos por encima de los 45 años, en los cuales la probabilidad aumenta en más del cincuenta por ciento”, dice Valdez.
El especialista entiende que a una persona con arritmia de cualquier tipo hay que evaluarla cuidadosamente, pues existe un sinnúmero de causas para que se produzca una taquicardia, incluso esta puede venir de nacimiento. Se puede tener un corazón normal que de pronto ese latido normal genere un cortocircuito, “esto es muy frecuente”.
Lo importante es identificar aquello que está causando la arritmia y proceder a controlarlo. Si se trata de una persona ansiosa hay que controlar la ansiedad, si hay hipertiroidismo por igual y si se está consumiendo un medicamento que favorece la arritmia (como drogas para el asma) reducir la dosis o cambiar la medicina.
Los estudiosIdentificar de qué tipo es la arritmia permite tratarla con eficacia. Sin embargo no se puede confiar en la simple descripción que hace el paciente de los síntomas. “Por eso recomendamos empezar a analizar el caso practicando un electrocardiograma, que refleja la actividad eléctrica del corazón”, explica el cardiólogo.
El electro ayuda cuando se trata de arritmia constante, pero con las intermitentes es preferible el electrocardiograma grafico de 24 horas, también llamado “holter”, un aparato que se coloca al paciente y que medirá sus pulsaciones durante 24, 48 ó 72 horas consecutivas. También está el holter implantable, un dispositivo parecido al marcapasos que es capaz de registrar la actividad cardiaca hasta por un año.
Otro estudio eficaz, especialmente para las arritmias orgánicas, es el electrofisiológico intracardiaco. “Se realiza introduciendo alambres dentro del corazón y mediante estímulos tratar de recrear la arritmia que el paciente sufre”, detalla Valdez.
Finalmente se deben tener en cuenta otros análisis como ecocardiogramas para las arritmias estructurales, modalidades de prueba de esfuerzo para arritmias por ejercicio y algunas pruebas de laboratorio, que pueden revelar trastornos hormonales y de tiroides, y hemogramas para la anemia.
El tratamientoLa taquicardia, arritmia muy común, es tratable con medicamentos. Las drogas antiarrítmicas, que “aunque quedan pocas en uso por sus efectos secundarios, su ineficacia o hasta por ser dañinas”, aún quedan unas 5 ó 6 en uso destacándose la amiodarona.
Colocar desfibriladores para detener la rapidez de los latidos y normalizarlos es otra opción contra la taquicardia, pero si esta es producida por alteración anatómica (cortocircuito en el corazón) sólo “se identifica donde ocurre, se lleva una sonda hasta ese lugar y se quema, el procedimiento se denomina ablación”. Algunas arritmias son curables en un cien por ciento con este sistema.
Por otro lado la bradicardia es tratable con marcapasos, dispositivo que evita la lentitud, manteniendo el sistema eléctrico del corazón normalizado. Pesa 33 gramos y se coloca debajo de la clavícula empleando anestesia local. A través de una vena se introducen unos cables que se fijan al marcapasos.
“Cuando se presenta la bradicardia intermitente el marcapasos puede normalizar el ritmo cardiaco igual que si apareciera permanente”, explica Valdez. La operación para implantarlo dura unos 45 minutos y su costo es variable: “Implantar un marcapasos cuesta entre 95 y cien mil pesos los de un cable y de 225 a 350 mil los de dos. Por suerte muchos seguros lo cubren.
CONSECUENCIA
Identificar de qué tipo es la arritmia permite tratarla Aunque en República Dominicana no existe un estudio especializado en el que se toque el tema de las arritmias cardíacas y su incidencia, el cardiólogo Frank Valdéz, presidente de la Sociedad Dominicana de Cardiología, asegura que la patología es muy frecuente en los consultorios de cardiología del país.
“Puede decirse que de un cinco a un diez por ciento de los niños tienen alguna forma de arritmia, y lo mismo ocurre con adultos por encima de los 45 años, en los cuales la probabilidad aumenta en más del cincuenta por ciento”, dice Valdez.
El especialista entiende que a una persona con arritmia de cualquier tipo hay que evaluarla cuidadosamente, pues existe un sinnúmero de causas para que se produzca una taquicardia, incluso esta puede venir de nacimiento. Se puede tener un corazón normal que de pronto ese latido normal genere un cortocircuito, “esto es muy frecuente”.
Lo importante es identificar aquello que está causando la arritmia y proceder a controlarlo. Si se trata de una persona ansiosa hay que controlar la ansiedad, si hay hipertiroidismo por igual y si se está consumiendo un medicamento que favorece la arritmia (como drogas para el asma) reducir la dosis o cambiar la medicina.
Los estudiosIdentificar de qué tipo es la arritmia permite tratarla con eficacia. Sin embargo no se puede confiar en la simple descripción que hace el paciente de los síntomas. “Por eso recomendamos empezar a analizar el caso practicando un electrocardiograma, que refleja la actividad eléctrica del corazón”, explica el cardiólogo.
El electro ayuda cuando se trata de arritmia constante, pero con las intermitentes es preferible el electrocardiograma grafico de 24 horas, también llamado “holter”, un aparato que se coloca al paciente y que medirá sus pulsaciones durante 24, 48 ó 72 horas consecutivas. También está el holter implantable, un dispositivo parecido al marcapasos que es capaz de registrar la actividad cardiaca hasta por un año.
Otro estudio eficaz, especialmente para las arritmias orgánicas, es el electrofisiológico intracardiaco. “Se realiza introduciendo alambres dentro del corazón y mediante estímulos tratar de recrear la arritmia que el paciente sufre”, detalla Valdez.
Finalmente se deben tener en cuenta otros análisis como ecocardiogramas para las arritmias estructurales, modalidades de prueba de esfuerzo para arritmias por ejercicio y algunas pruebas de laboratorio, que pueden revelar trastornos hormonales y de tiroides, y hemogramas para la anemia.
El tratamientoLa taquicardia, arritmia muy común, es tratable con medicamentos. Las drogas antiarrítmicas, que “aunque quedan pocas en uso por sus efectos secundarios, su ineficacia o hasta por ser dañinas”, aún quedan unas 5 ó 6 en uso destacándose la amiodarona.
Colocar desfibriladores para detener la rapidez de los latidos y normalizarlos es otra opción contra la taquicardia, pero si esta es producida por alteración anatómica (cortocircuito en el corazón) sólo “se identifica donde ocurre, se lleva una sonda hasta ese lugar y se quema, el procedimiento se denomina ablación”. Algunas arritmias son curables en un cien por ciento con este sistema.
Por otro lado la bradicardia es tratable con marcapasos, dispositivo que evita la lentitud, manteniendo el sistema eléctrico del corazón normalizado. Pesa 33 gramos y se coloca debajo de la clavícula empleando anestesia local. A través de una vena se introducen unos cables que se fijan al marcapasos.
“Cuando se presenta la bradicardia intermitente el marcapasos puede normalizar el ritmo cardiaco igual que si apareciera permanente”, explica Valdez. La operación para implantarlo dura unos 45 minutos y su costo es variable: “Implantar un marcapasos cuesta entre 95 y cien mil pesos los de un cable y de 225 a 350 mil los de dos. Por suerte muchos seguros lo cubren.
CONSECUENCIA
Aunque en general los pacientes con arritmias tienen probabilidades de muerte muy bajas, cuando estas se vinculan con dolencias cardíacas la historia es otra. “Sin ánimo de asustar, la muerte cardíaca súbita es una realidad”, dice Valdez.Tan sólo en Estados Unidos ese tipo de muerte se apropia 400 mil vidas por año, siendo considerada actualmente como una de las causas de muerte más frecuentes y tiene una innegable relación con las arritmias.Valdez detalla que, según estudios publicados, en el 88 por ciento de los casos de esta muerte ha estado presente la arritmia, específicamente la taquicardia ventricular, mientras que un 80 por ciento padecía una enfermedad coronaria, había sufrido un infarto o presentaban otros daños del músculo cardíaco.Advierte que personas en esas condiciones deben cuidar su corazón debilitado, pues al estar trabajando a menos del 35 por ciento de su capacidad, una arritmia puede ser fatal. Incluso un paciente que haya sido resucitado luego de una muerte cardiaca súbita, tiene de 20 a 25 por ciento de probabilidad de volver a experimentarla.
Las arritmias pueden surgir o agravarse con… - El consumo de tabaco - El uso y abuso de drogas ilícitas como la cocaína - El consumo de bebidas de cola u aquellas con xantinas (café, té, chocolate) - El uso de descongestionantes nasales que contienen efedrina.
EXTRASÍSTOLE
Además de la taquicardia y sus variantes y de la bradicardia, un tipo más leve de arritmia es la extrasístole. El galeno explica que se trata de un latido que se adelanta a la pulsación normal del corazón y añade que ese latido puede organizarse en cadenas de 10 a 20 extrasístoles corridas e incluso sostenidas, que incluso pueden durar días.De suceder esto, la extrasístole podría convertirse en una etapa inicial de taquicardia o de cualquier arritmia. Al sentir la extrasístole muchos sienten “un vuelco el corazón”, que no es el latido fuera de tiempo, sino el latido siguiente en el que el corazón repone la sangre que no bombeo por completo en el anterior intento.
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