
Llamado. Se mostró partidario de diferenciar entre felicidad y riqueza
Granada (España). EFE. El ganador del Premio Nobel de Literatura portugués José Saramago aseguró ayer “estar siempre atento a la realidad del mundo, tanto a las cosas buenas, como a las malas” con la pretensión última “de alcanzar la felicidad”, una cualidad que ha definido como “dar pasos hacia uno mismo y mirar lo que se es”.
Con aspecto frágil, pero recuperado de sus problemas respiratorios, el escritor apeló a diferenciar entre felicidad y riqueza y afirmó sentirse satisfecho no sólo por el reconocimiento a su labor literaria, sino también por “la intensa labor” promovida desde la Fundación que lleva su nombre.
El autor de obras como “Ensayo sobre la ceguera”, “El Evangelio según Jesucristo” o “La caverna”, participó en la localidad granadina de Castril en la presentación de programas y proyectos de la fundación.
El escritor defendió la creación de productos diferenciados y arremetió contra la “política homogeneizadora” de las empresas multinacionales.
Entre los objetivos de la Fundación José Saramago destacan el de promocionar la creación artística del vidrio del citado municipio e impulsar todas las actividades literarias y culturales en la zona de la que es oriunda su esposa, Pilar del Río.
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