
Como el fuego que corre por una hilera de combustible, así de rápido y desafiante se expanden los problemas que traen consigo los tiempos de dificultades económicas, que afectan no sólo el presupuesto de las personas, sino que también influyen en su estado emocional.
La angustia de no contar con el dinero suficiente para pagar las cuentas, o la incertidumbre ante lo que traerá el futuro desencadenan en el individuo trastornos de tipos conductuales, depresiones y pánico, a la vez que provocan un desajuste completo, según explica el psiquiatra y psicoterapeuta Luis Rafael Serret.
“Se comienza por trastornos de tipos conductuales que van desde un simple insomnio hasta agresividades.
Tanto es la influencia, que un alto porcentaje de conflictos que se originan entre las parejas muchas veces tienen como causa lo que pasa en su hábitat”, dijo.
Esos comportamientos de intolerancia se observan en el día a día entre conductores y pasajeros, cuando un conductor no cede el paso a otro, en las discusiones del marchante con la cliente, y en una persona que no soporta que su jefe le llame la atención.
La inestabilidad emocional producto de la crisis económica se ha reflejado incluso en las consultas de psiquiatras, psicoterapeutas y psicólogos clínicos.
En el hospital Luis Eduardo Aybar y en el Centro Médico Antillano, por ejemplo, se ha notado un aumento de pacientes con un alto nivel de irritabilidad, que se transforma en hostilidades con el médico y el medio.
Así lo manifestó el psiquiatra Secundino Palacios, que labora en ambos centros de salud donde –dijo- se ha registrado un aumento de los casos que tienen que ver con confrontaciones intrafamiliares.
“Hay una cantidad enorme de pacientes con serios trastornos para el sueño e importantes trastornos en el tubo digestivo que no son más que la expresión de la misma ansiedad, que se expresa con diarrea o estreñimiento”, agregó.
Expuso que después de que estallara la crisis económica mundial, cerca de un 40 por ciento de las personas que acuden a los médicos buscan ayuda en área de salud mental.
En el país se mezcla el fenómeno de esa crisis con el grado de deterioro de la seguridad ciudadana, la pérdida de la capacidad de asombro de los hechos de violencia y una tendencia cuasi desafiante a la vida.
“Las emergencias viven abarrotadas de pacientes con problemas en la psiquis, principalmente de salud mental.
Son personas que necesitan una buena orientación, que llegan con ansiedades, molestias en todo el cuerpo, trastornos digestivos, sudoraciones y palpitaciones”, explicó Palacios.
El antídoto. Lo peor en esta situación es el aislamiento. Los expertos recomiendan participar en grupos sociales, juntarse con la familia, los vecinos y los amigos, ya sea en un club, en el campo o en un parque.
La idea es socializar y buscar con quién conversar sobre la cotidianidad.
“Un paciente hipertenso o diabético, en medio de esta crisis económica que no puede dar respuesta a las necesidades fundamentales si se traga todo eso, es fácil víctima de una trombosis cerebral o de una hipoglicemia”, dijo Palacios.
La psicóloga Olga María Renville dijo que “muchas veces no está en nosotros controlar una crisis mundial, pero si empezamos por nosotros mismos, por nuestro hogar, encontramos el equilibrio entre una función y otra es probable que nuestros niveles de ansiedad reduzcan”.
Recomendaciones de expertos
Secundino PalaciosPsiquiatra-psicoterapeuta
La respuesta debe dirigirse hacia la búsqueda de soluciones comunes y a una consolidación del núcleo familiar. A comer en familia, a buscar los alimentos que tienen proteínas y son de bajo costo. “Que nadie se sienta excluido ni solo, porque eso puede llevarlo al suicidio o incrementa la violencia intrafamiliar. Que la gente no se trague la impotencia, porque esos grandes problemas no tienen respuestas individuales”.
Olga María RenvillePsicóloga-terapeuta familiar
En algunas ocasiones no es necesario un tratamiento con medicamentos o una consulta con especialistas en psiquiatría. Lo más recomendable es buscar soluciones alternativas, cuidar el estado de ánimo para no caer en la depresión o ansiedad. “Dependiendo de cada caso, se recomienda la psicoterapia para que el individuo pueda encontrar soluciones, pueda controlar eso que le produce tanta angustia”, dice Renville.
Luis Rafael SerretPsiquiatra- psicoterapeuta
Todos deben contribuir a hacer más llevadera la situación, según Serret. En especial, los adolescentes no deben pretender conseguir cosas de la noche a la mañana, porque todo viene fruto del trabajo. “El ser humano se está comportando mal con el prójimo. No hay la cortesía, hay un desajuste a nivel de la familia. El tratamiento depende de la patología, la mayoría necesita psicoterapia, psicoterapia colectiva y fármacos”.
Ana TholenaarPsicoterapeuta
En momentos de mucha incertidumbre es importante preparar un buen plan de contingencia, no tomar decisiones de manera impulsiva y no dejarse arropar por el temor a lo desconocido. “La gente tiene que protegerse de fallos en su estado de ánimo. Asumir las cosas con serenidad, ser objetivo, hacer un plan y entender que en la vida siempre habrá tiempos de crisis y tenemos que enfrentarlos”, dice Tholenaar.
La angustia de no contar con el dinero suficiente para pagar las cuentas, o la incertidumbre ante lo que traerá el futuro desencadenan en el individuo trastornos de tipos conductuales, depresiones y pánico, a la vez que provocan un desajuste completo, según explica el psiquiatra y psicoterapeuta Luis Rafael Serret.
“Se comienza por trastornos de tipos conductuales que van desde un simple insomnio hasta agresividades.
Tanto es la influencia, que un alto porcentaje de conflictos que se originan entre las parejas muchas veces tienen como causa lo que pasa en su hábitat”, dijo.
Esos comportamientos de intolerancia se observan en el día a día entre conductores y pasajeros, cuando un conductor no cede el paso a otro, en las discusiones del marchante con la cliente, y en una persona que no soporta que su jefe le llame la atención.
La inestabilidad emocional producto de la crisis económica se ha reflejado incluso en las consultas de psiquiatras, psicoterapeutas y psicólogos clínicos.
En el hospital Luis Eduardo Aybar y en el Centro Médico Antillano, por ejemplo, se ha notado un aumento de pacientes con un alto nivel de irritabilidad, que se transforma en hostilidades con el médico y el medio.
Así lo manifestó el psiquiatra Secundino Palacios, que labora en ambos centros de salud donde –dijo- se ha registrado un aumento de los casos que tienen que ver con confrontaciones intrafamiliares.
“Hay una cantidad enorme de pacientes con serios trastornos para el sueño e importantes trastornos en el tubo digestivo que no son más que la expresión de la misma ansiedad, que se expresa con diarrea o estreñimiento”, agregó.
Expuso que después de que estallara la crisis económica mundial, cerca de un 40 por ciento de las personas que acuden a los médicos buscan ayuda en área de salud mental.
En el país se mezcla el fenómeno de esa crisis con el grado de deterioro de la seguridad ciudadana, la pérdida de la capacidad de asombro de los hechos de violencia y una tendencia cuasi desafiante a la vida.
“Las emergencias viven abarrotadas de pacientes con problemas en la psiquis, principalmente de salud mental.
Son personas que necesitan una buena orientación, que llegan con ansiedades, molestias en todo el cuerpo, trastornos digestivos, sudoraciones y palpitaciones”, explicó Palacios.
El antídoto. Lo peor en esta situación es el aislamiento. Los expertos recomiendan participar en grupos sociales, juntarse con la familia, los vecinos y los amigos, ya sea en un club, en el campo o en un parque.
La idea es socializar y buscar con quién conversar sobre la cotidianidad.
“Un paciente hipertenso o diabético, en medio de esta crisis económica que no puede dar respuesta a las necesidades fundamentales si se traga todo eso, es fácil víctima de una trombosis cerebral o de una hipoglicemia”, dijo Palacios.
La psicóloga Olga María Renville dijo que “muchas veces no está en nosotros controlar una crisis mundial, pero si empezamos por nosotros mismos, por nuestro hogar, encontramos el equilibrio entre una función y otra es probable que nuestros niveles de ansiedad reduzcan”.
Recomendaciones de expertos
Secundino PalaciosPsiquiatra-psicoterapeuta
La respuesta debe dirigirse hacia la búsqueda de soluciones comunes y a una consolidación del núcleo familiar. A comer en familia, a buscar los alimentos que tienen proteínas y son de bajo costo. “Que nadie se sienta excluido ni solo, porque eso puede llevarlo al suicidio o incrementa la violencia intrafamiliar. Que la gente no se trague la impotencia, porque esos grandes problemas no tienen respuestas individuales”.
Olga María RenvillePsicóloga-terapeuta familiar
En algunas ocasiones no es necesario un tratamiento con medicamentos o una consulta con especialistas en psiquiatría. Lo más recomendable es buscar soluciones alternativas, cuidar el estado de ánimo para no caer en la depresión o ansiedad. “Dependiendo de cada caso, se recomienda la psicoterapia para que el individuo pueda encontrar soluciones, pueda controlar eso que le produce tanta angustia”, dice Renville.
Luis Rafael SerretPsiquiatra- psicoterapeuta
Todos deben contribuir a hacer más llevadera la situación, según Serret. En especial, los adolescentes no deben pretender conseguir cosas de la noche a la mañana, porque todo viene fruto del trabajo. “El ser humano se está comportando mal con el prójimo. No hay la cortesía, hay un desajuste a nivel de la familia. El tratamiento depende de la patología, la mayoría necesita psicoterapia, psicoterapia colectiva y fármacos”.
Ana TholenaarPsicoterapeuta
En momentos de mucha incertidumbre es importante preparar un buen plan de contingencia, no tomar decisiones de manera impulsiva y no dejarse arropar por el temor a lo desconocido. “La gente tiene que protegerse de fallos en su estado de ánimo. Asumir las cosas con serenidad, ser objetivo, hacer un plan y entender que en la vida siempre habrá tiempos de crisis y tenemos que enfrentarlos”, dice Tholenaar.
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